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| Cambiándonos en el Parking, siempre momento de risas... |
Sin apenas entrenamiento (pelín inconsciente), fuimos a la salida de Behobia, cogiendo el topo en Amara, sembrado de dudas que se manifestaron realmente en ese viaje de tren. Todo el mundo va con "la cosilla", con los nervios, pero yo este año no las tenía todas conmigo. Más que nada por ser consciente de que no iba a disfrutar. No iba a disfrutar porque iba a tener que ir pendiente de no cargar el gemelo, de no pisar mal para que no se resintiera la rodilla, o para ir vigilando el isquio derecho que a última hora allá por Miracruz sabía que me daría problemas.
No obstante, tomándomelo con muchísima filosofía, y gracias a que esta carrera es especial por el ambientado que hay a lo largo de todo el recorrido, logré disfrutar, aunque fuera sólo un poco. Para otra ocasión, hay que preparar más la prueba, no por mejorar tiempos, que no es el objetivo, sino para poder disfrutar al 100% de un día de fiesta korrikolari.
Los valientes este año se redujeron a 3: José, Inigo y yo. Este año ninguno llegábamos en nuestro mejor momento, pero acabamos dignamente, y con la sonrisa en la boca como siempre.
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| Los 3 mosqueperros |
